viernes, 17 de febrero de 2012


LA DESTRUCCIÓN DE LA IMAGEN
Por Guillermo Chao Ebergenyi
Henri Cartier-Bresson fue el creador del concepto fotográfico llamado el instante decisivo, es decir fue el creador de la instantánea fotográfica. Sin embargo, estoy seguro de que cuando Cartier-Bresson concibió esta teoría no pensaba en el tipo de imágenes que ahora vemos en las redes sociales -y cada vez más en los noticieros de televisión-, donde el deterioro de la calidad de la foto-noticia es desalentador.
En un intento por contrarrestar sus perniciosos efectos, el año pasado produje la serie de televisión llamada “Historia de una foto”. Lo hice con la idea de enaltecer el valor histórico y estético del fotoperiodismo, y como protesta -por vías de comparación- contra el material de bajísima calidad técnica y temática que actualmente se difunde.
En esa serie conté la historia de algunas fotografías célebres y de sus autores, todos ellos profesionales que con gran riesgo personal, oportunidad, calidad, sensibilidad y maestría, nos mostraron las guerras, los desastres, el amor, el desamor, la oculta geometría de los objetos y la vida cotidiana de los pueblos.
Si esos fotoperiodistas sensibles y valientes presenciaran lo que actualmente se capta con cámaras digitales miniaturizadas, sin duda que alguien como Robert Capa, Gerda Taro, David Seymour, Eddie Adams, Steve McCurry, Kevin Carter, Paul Strand, Edward Weston, Dorothea Lange y Manuel Álvarez Bravo renegarían de ello y se volverían a morir. Y los que aún viven, como Pedro Valtierra, rechazarían el uso que en estos días se le da a una cámara fotográfica.
¿En dónde están los viejos y exigentes editores de fotografía de las grandes agencias noticiosas? Buena pregunta.
En la década de los años ochenta tuve oportunidad de trabajar con Ted Majewsky, el legendario director de fotografía de United Press International. Junto a él aprendí que detrás de aquél hombre de carácter rudo se ocultaba un sensible creador de imágenes noticiosas. Majewky era tan duro con sus fotógrafos, que jamás permitió “subir”, como ahora se dice, una foto al servicio de noticias sin antes someterla al proceso de edición.
Esos valores se han perdido ante el nuevo canon de la inmediatez generado por las redes sociales, que “trepan” (más que suben) a la red todo tipo de basura, lo mismo fotos fuera de foco que videos vibrados o historias estúpidas.
Pero más lamentable aún es que los fotoperiodistas sean una especie en vías de extinción porque las grandes televisoras y agencias de noticias prefieren difundir las pésimas imágenes captadas por aficionados, que las grandes fotos de los profesionales.
La economía del mal gusto, finalmente, asesinó al arte fotográfico, de la misma manera que la truculencia del photo-shop masacró lo genuino al falsificar la realidad.

1 comentario:

  1. Querido Memo,

    Muchas felicidades por la inauguración de tu blog. Todo el material es interesantísimo y la edición de primera.

    Te mando un abrazo cariñoso,

    Carlos Lozada

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